Un momento importante de ese proceso resultará el Taller Nacional en La Habana, fijado para el 12 de mayo con la participación de distintas instituciones, precisa un comunicado emitido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Entre los involucrados –menciona el texto- estarán representantes del Gobierno, el sector empresarial, centros científicos, la sociedad civil y autoridades locales de los territorios.
En ese escenario deben ser presentadas y promovidas ideas que contribuyan a construir una visión global compartida sobre cómo lograr un planeta saludable y prosperidad para todos, agregó el organismo.
Ello mientras se acelera el progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Acuerdos Ambientales Multilaterales, a través de una recuperación verde inclusiva, subrayó.
Cuba –explicó el PNUD- buscará integrar una amplia gama de acciones nacionales relevantes, a partir de sumar el Desarrollo del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, y su correspondiente marco legal.
Asimismo, entre otras, el Plan de Estado para la implementación de la Nueva Agenda Urbana, el proceso de descentralización de la gestión y el marco de políticas y normativos para el desarrollo territorial y las consultas para la adopción de una nueva Ley Ambiental.
El objetivo de este proceso radica en propiciar a los ejecutivos de cada Estado, la sociedad civil y población en general recomendaciones claras que contribuyan a fortalecer la dimensión ambiental del desarrollo sostenible.
La reunión de Suecia, con el apoyo de Kenya, lleva por título Estocolmo+50: un planeta saludable para la prosperidad de todos: nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad.
Conmemorará los 50 años de la convocatoria y realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (1972) y se propone acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible e impulsar vías hacia una recuperación sostenible de la Covid-19, argumentó el PNUD.
Los expertos consideran aquel encuentro el punto de partida del derecho ambiental internacional, pues adoptó la Declaración de Estocolmo, la primera compilación de principios relacionados con la temática.
Los participantes en la Conferencia de 1972 aprobaron también el “Plan de Acción para el Medio Humano”, que impulsó el desarrollo de diversas iniciativas legales, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre, y el Convenio sobre el Movimiento Transfronterizo de Desechos Peligrosos.
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