Y lo hace con un libro bajo el brazo, fruto de su estancia aquí entre 2012 y 2015, junto a su esposa Anette Jiménez, coautora de muchas de las 74 crónicas y entrevistas que invitan a conocer un rostro diferente de este país centroamericano, más allá del enfoque plagado de noticias de violencia, narcotráfico y persecución.
«Es muy emocionante y a la vez un sueño estar aquí para regalar a los guatemaltecos nuestra mirada de lo que vivimos en esos años gracias al trabajo como corresponsal de la Agencia Informativa Latinoamericana», contó Saborit a Prensa Latina en la primera presentación del texto en la biblioteca central de la tricentenaria universidad San Carlos.
Yo comparo «Guatemala a segunda vista. Esencias culturales» con un cofre diverso y de muchos colores que necesita abrirse para descubrir grandes valores que debieran difundirse continuamente, expresó el Máster en Ciencias de la Comunicación en otro encuentro, esta vez online, organizado por la Facultad de Humanidades de la única Casa de Estudios pública.
Jiménez, por su parte, recordó que la rigurosa compilación nació en 2020 y agradeció a la editorial Ocean Sur abrirles sus puertas y acoger y defender un proyecto que tuvo su lanzamiento en la Sala «Manuel Galich» de la Casa de las Américas, en La Habana, Cuba.
No fue simple coincidencia, pues la figura del destacado intelectual guatemalteco integra uno de los núcleos del libro, donde también están el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, quien dejó una huella profunda aquí pese a su corta estancia, y el patriota y poeta bayamés José Joaquín Palma, autor del Himno Nacional de la tierra del Quetzal.
Sin una disposición que ate al lector de principio a fin, este puede saborear cada texto de forma independiente y adentrarse desde el conocimiento y la emoción en una ruta de historia y de vivencias, en una guía en el terreno para extranjeros y connacionales.
Así lo definió el exembajador de Guatemala en Cuba Juan León, quien dedicó el prólogo del libro de la familia Saborit-Jiménez, un honor que ambos valoran infinitamente.
Como bien afirma en la contraportada el colega Charly Morales -actual corresponsal de Prensa Latina en El Salvador-, la experiencia es el fruto de dos virtudes, vivir y narrar.
Por eso el agradecimiento también a los nacionales que les abrieron las puertas a La Antigua Guatemala, Comalapa, Asunción Mita, Santiago Atitlán, Panajachel, Tecpán, Chichicastenango, Amatitlán y otros tantos sitios dibujados en sus páginas.
Según Saborit, estos mosaicos de vivencias «son para enamorarse más de Guate en sus esencias», como les pasó a ellos en «un viaje de autorreconocimiento como padres, profesionales y cubanos». Representan, además, «un punto y seguido, pues aún quedan muchas historias de vida por contar”.
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