Omura dijo en conferencia de prensa que le resulta extraña la decisión del organismo de descartar a los trabajadores del sector y de los centros de atención a la tercera edad para la dosis de refuerzo.
“La respuesta fue que no cumplían los requisitos. Estoy seguro de que habrá distintas opiniones entre los profesionales de la medicina”, destacó.
Al respecto, el ministerio precisó que el objetivo de la cuarta dosis no es evitar los contagios, sino la gravedad de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, un riesgo reducido entre los empleados del sector.
Reveló además que si la prefectura incluyera a este grupo poblacional dentro de su propia campaña las inyecciones correrían fuera de los fondos públicos.
El pasado 27 de abril, la cartera de Salud anunció que la cuarta ronda sería exclusiva para mayores de 60 años y comenzaría en mayo.
Las fórmulas autorizadas para esta etapa son las estadounidenses de Pfizer y Moderna, las cuales también se aplicarán a las personas mayores de 18 años con enfermedades subyacentes o alto riesgo de padecer síntomas peligrosos.
Según comunicados oficiales, el gobierno basó su estrategia en experiencias foráneas que igual redujeron el grupo meta a los adultos mayores.
En debates previos al anuncio, expertos japoneses argumentaron que los jóvenes son menos propensos a enfermar de gravedad pues ya poseen suficiente protección con las tres dosis establecidas hasta el momento.
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