De acuerdo con las autoridades castrenses, la cifra incluye a individuos que fueron detenidos a su llegada a la costa sur de Inglaterra, o rescatados en alta mar y traídos a tierra por las embarcaciones de la Marina que patrullan el estrecho.
Datos extraoficiales sitúan en casi siete mil el número de migrantes que arribaron de forma irregular al Reino Unido en los cuatro primeros meses del año en curso, procedentes, sobre todo, de la costa norte de Francia.
El ministerio de Defensa se hizo cargo de las operaciones en el canal de La Mancha desde abril pasado, cuando el gobierno conservador británico prometió poner fin al fenómeno de la inmigración irregular a bordo de embarcaciones endebles.
Además del despliegue de los buques de la Marina, las autoridades británicas se amparan desde la semana pasada en la Ley de Fronteras y Nacionalidades.
La flamante legislación le otorga al gobierno la posibilidad de enjuiciar a quienes lleguen de forma irregular al Reino Unido en busca de asilo, y acelerar su deportación al país de origen o al último territorio donde estuvieron antes de emprender la travesía.
Londres también podrá reubicar a los solicitantes de asilo en campamentos ubicados en países como Ruanda mientras se procesan sus casos.
Pese a las medidas anunciadas por el gobierno, que las organizaciones defensoras de derechos humanos tacharon de discriminatorias, analistas prevén el número de migrantes que llegarán en 2022 al Reino Unido dupliquen los 28 mil del año pasado.
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