Las áreas marinas tienen un segmento de la bahía Buenavista donde se localiza el archipiélago Cayos de Piedra, explicó en entrevista exclusiva con Prensa Latina Armando Falcón, jefe del Departamento de Investigación Científico-técnica del Parque Nacional Caguanes.
Detalló que el parque forma parte de la Reserva de la Biosfera Buenavista (Sancti Spíritus, Villa Clara y Ciego de Ávila) y que la porción más amplia del área terrestre de la Reserva se encuentra dentro del municipio espirituano de Yaguajay.
Los Cayos de Piedra, con una morfología única de su tipo en Cuba, están conformados por una serie de pequeñas islas con cúpulas cársicas y un gran desarrollo desde el punto de vista espeleológico, así como más de 150 espeluncas repartidas entre solapas, cuevas y cavernas, subrayó.
Antonio Núñez Jiménez, considerado el cuarto descubridor de Cuba, clasificó las cuevas presentes en el Parque como freáticas horizontales tipo Caguanes, aseguró.
Son muy importantes, porque estas espeluncas poseen una gran diversidad de formaciones secundarias que las convierten en verdaderos laboratorios de espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, columnas, mantos, represas, perlas de cuevas, formaciones fungiformes o en forma de hongos invertidos y helictitas o excéntricas), añadió.
Una formación que tipifica a Caguanes es la presencia de pinolitos y las estalactitas en forma de espaguetis, apuntó.
Algunas cuevas tienen lagos freáticos y gracias a esa diversidad del Parque Nacional Caguanes, llena de ecosistemas de manglar, había una gran cantidad de alimentos tales como peces, aves, reptiles, crustáceos y mamíferos marinos.
Allí el hombre primitivo cubano encontró ideales condiciones para asentarse y actualmente hay evidencias de más de 40 sitios arqueológicos, donde habitaron los tres grandes grupos de aborígenes que vivían en Cuba -guanajatabeyes, siboneyes y taínos-, expresó.
Amplió que hay 18 cuevas rituales con más de 300 representaciones de arte rupestre en pictografías negras, rojas y petroglifos o tallas en la roca, indicó.
SITIOS RITUALES Y FUNERARIOS
Existen sitios habitacionales, funerarios, rituales y la combinación de estos tres; el lugar arqueológico más importante es Playa Carbó, la cual fuera un pueblo de la cultura arahuaca que vivía en palafitos o casas sobre pilotes.
En ese espacio aparecieron muchas piezas importantes de cerámica, concha y piedra. Una de las más representativas es la guaiza o careta hecha en concha, aclaró.
En la década de 1990 se encontraron 12 lajas de tejas caliza y lajas de piedra con petroglifos tallados y que constituyen un llamado arte mobiliario escaso en Cuba y en el área del Caribe.
Lo más reciente en arqueología fue una excavación en la Cueva de La Guinea, en la loma de Guayarúes -junto a expertos de la Universidad de Winnipeg, Canadá, en febrero de 2020-, donde se hallaron restos de seis individuos de los grupos aborígenes más antiguos de la zona, precisó.
José Eusebio Chirino (Jarahueca, Yaguajay, 1950), en su opinión, es el arqueólogo -también escritor- que más ha trabajado estos temas en el Parque Nacional Caguanes.
ENCUENTRO CON LA PRÓDIGA FLORA Y FAUNA
Y continúa Armando Falcón: Tenemos más de 400 especies de plantas y las principales formaciones vegetales son en primer lugar el manglar, con más de tres mil hectáreas, entre el litoral costero y los cayos.
Le sigue en importancia el bosque semideciduo micrófilo que crece sobre las cúpulas cársicas de los Cayos de Piedra.
Asimismo, contamos con el bosque de ciénaga que tiene su mayor exponente en la Ciénaga de la Guayabera y el complejo de vegetación de costa rocosa que bordea las cúpulas de los Cayos de Piedra que están directos al mar, resaltó.
Este profesor adjunto del Centro Universitario Simón Bolívar, enclavado en Yaguajay, imparte asignaturas vinculadas a las ciencias de vida.
La flora tiene muchas especies autóctonas y endémicas, como la bacona, árbol maderable, y la población más grande de esa especie en la provincia de Sancti Spíritus está en áreas del Parque Nacional Caguanes, aseveró Falcón.
En tanto, tenemos tres palmas endémicas cubanas: la jata guatacuda, el guano hediondo y el híbrido de ambas que es la palma jata o jata de los murciélagos, nombre que recibe por hospedar, entre sus enmarañadas hojas, grandes colonias de quirópteros.
Hay una población muy numerosa en la mayoría de los cayos de la iguana cubana, que juega un importante papel ecológico, concluyó Armando Falcón.
A lo lejos, los flamencos dan un toque rosa a las azules aguas que rodean los cayos, los cuales resguardan cuevas con nombres tan llamativos como Los Chivos y de los Niños, mientras el puente natural en Cayo Fábrica es resultado de uno de los caprichos de la naturaleza.
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