El complejo proceso arrancó el 7 de octubre de 2021 con la convocatoria y tuvo su primera etapa el 23 de marzo de este año, cuando echó a andar la votación de los cuerpos electorales, ocasión en que las 10 facultades seleccionaron cinco docentes e igual número de estudiantes a la par de los 14 colegios profesionales para un total de 170.
Ya desde entonces comenzaron las críticas por atrasos en la publicación de resultados en primera, segunda y hasta tercera vuelta; sin embargo, la fecha del pasado 27 de abril quedó marcada para la historia de la Usac como un nuevo acto en defensa de su autonomía.
Ese día, pactada la elección en el Museo de la tricentenaria Casa de Estudios, grupos de estudiantes tomaron el local e impidieron los sufragios con el apoyo desde fuera de organizaciones civiles, indígenas, docentes y profesionales al grito de «O todos o ninguno».
El reclamo respondió al llamado que hicieran pocas horas antes los candidatos Jordán Rodas (S.O.S Usac), Carlos Valladares (Avante), Erwin Calgua (Nueva Usac) y una planilla independiente, quienes denunciaron un presunto fraude del Consejo Superior Universitario (CSU) al dejar fuera arbitrariamente a siete cuerpos electorales.
Entre ellos, cuatro ganados limpiamente por Rodas, el más cercano contendiente del actual decano de la Facultad de Humanidades Wálter Mazariegos, cuya candidatura vinculan a intereses de sectores conservadores que pretenden continuar con la cooptación de las instituciones del Estado.
Ante la falta de certeza sobre quiénes participarían en los sufragios (secretos) y el temor de que las maniobras del CSU favorecieran a Mazariegos, el tema por primera vez salió de los marcos de la Usac para convertirse en debate a nivel de país.
En opinión de Rodas, quien culmina su mandato al frente de la Procuraduría de los Derechos Humanos, es hora de rescatar la única universidad pública con el respaldo de S.O.S Usac y varios recursos legales interpuestos en las cortes.
Sin embargo, el CSU sesionó el domingo último de urgencia en forma virtual y nuevamente ratificó su decisión de acreditar solo a 135 grupos de electores de 170.
Recién la planilla que apoya al Procurador pidió en un mensaje a la nación que se repita la primera fase, lo cual implica volver a votar por los representantes de estudiantes, catedráticos y profesionales.
Sin embargo, el CSU sesionó el domingo último de urgencia y ratificó su decisión de acreditar solo a 135 grupos de electores de 170 y esperar por los fallos de los tribunales ante las impugnaciones en curso, otra maniobra para ganar tiempo.
A propósito del actual callejón sin salida, la columnista Sandra Xinico alertaba sobre la importancia estratégica de la Usac en el mapa político del país.
Posee 53 representaciones, con voz y voto, en las instituciones más importantes del Estado, entre ellas la Corte de Constitucionalidad y diversas Comisiones de Postulación como la de Magistrados a Corte Suprema de Justicia, Tribunal Supremo Electoral y Ministerio Público.
También en Juntas Directivas del Instituto Guatemalteco de Salud, del Instituto Nacional de Estadísticas, Junta Monetaria, Comisión de Postulación para Contraloría de Cuentas y para el Directorio de la SAT.
Y lo más importante, tiene la cualidad única en la región de formar y presentar leyes como parte de los cinco poderes del Estado.
No obstante, en la administración de la Universidad ha prevalecido la disputa del poder para mantenerla bajo control a despecho de su papel como institución educativa, recordó Xinico.
De ahí la determinación de Rodas y S.O.S Usac de echar la batalla con acciones directas, protestas y recursos legales.
Su campaña austera y básicamente en redes sociales, la basó en tres elementos: voto digno, impulso a la ciencia, la investigación y la excelencia académica, y un discurso anticorrupción para liderar el cambio.
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