El ataque de la desinformación esta vez tuvo su eje en una foto replicada en su cuenta en español en Instagram, que no incluyó a personas supuestamente reprimidas o protagonistas de alegadas protestas, pero sí portando banderas, pancartas y mensajes en apoyo a la Revolución cubana.
En lo que parecía ser un reporte de DW sobre la celebración del 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, con énfasis en Brasil, Colombia, Argentina, El Salvador y Chile, apareció (¿por arte de magia?) una instantánea de la plaza de la Revolución de La Habana.
Según medios de prensa y autoridades de la nación caribeña, llama la atención el uso de la foto tomada en esta capital por Ramón Espinosa, de la agencia Associated Press, cuando curiosamente Cuba no aparece en el cuerpo de la información.
“Miles de personas salieron a las calles para exigir mejores salarios y trabajo digno”, reza el texto acompañante de la imagen, que tiene en primer plano al pueblo y banderas cubanas, custodiadas por la icónica escultura metálica del guerrillero Ernesto Che Guevara.
El director general de Prensa, Comunicación e Imagen del Ministerio de Relaciones Exteriores, Juan Antonio Fernández, de inmediato denunció el empleo de la instantánea y acuñó en su cuenta de Twitter: Para conservar en los anales de la prensa “libre e independiente”.
En múltiples espacios autoridades del país condenaron la manipulación de imágenes y la creación de noticias falsas, y un ejemplo sonado fue el que tuvo como protagonista al canal de televisión estadounidense Fox News.
En julio del año pasado, los editores de ese medio desdibujaron los letreros de lo que dijeron eran “manifestaciones antigubernamentales” en el territorio insular, porque decían cosas como “Viva la Revolución Cubana” y “Las calles son de los revolucionarios”.
También tuiteros y expertos en comunicación repudiaron el intento de tergiversar el concepto Patria o Muerte, expresado por el líder histórico, Fidel Castro, el 5 de marzo de 1960 y considerado un grito por la soberanía nacional.
Al decir del canciller cubano, Bruno Rodríguez, estas agresiones ocurren como parte de una operación política y comunicacional orientada y financiada desde Estados Unidos, en la cual “la verdad y objetividad periodística han sido las primeras bajas”, según escribió en Twitter.
Así lo ratificó en una conferencia el intelectual mexicano Fernando Buen Abad, para quien las naciones más progresistas de la región libran una batalla simbólica y de sentido frente a las grandes maquinarias de la información mundial.
En su opinión, “a diario luchamos contra máquinas y laboratorios de guerra ideológica, que tienen como propósito el robo de símbolos y términos sociales y populares, para luego tergiversarlos; entre ellos, democracia, paz y libertad”.
“Resulta una usurpación de los baluartes que inspiran a la sociedad”, reconoció el periodista, de ahí que no resulte extraño la utilización en medios de comunicación del tradicional desfile por el 1 de Mayo, retomado en la isla luego de dos años de pausa por la pandemia de Covid-19.
Ese día, millones de personas decidieron marchar por las plazas y calles del país bajo la consigna “Cuba vive y trabaja”, y dieron imágenes al mundo con un discurso más fuerte que las falsas noticias del bombardeo mediático.
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