El presidente del Tribunal Superior Electoral, Edson Fachin, comentó en un comunicado que tal guarismo refleja la movilización encabezada por su corte que tuvo la adhesión espontánea de la sociedad brasileña.
La cifra divulgada representa un aumento del 47,2 por ciento al compararse con similar etapa de 2018 y del 57,4 respecto a los primeros cuatro meses de 2014.
Para Fachin, el 2 de octubre esos jóvenes acudirán a las urnas «para ejercer el noble y digno derecho al voto».
Insistió en que la instancia electoral «no escatimará esfuerzos» para realizar las elecciones limpias y transparentes.
El voto en Brasil es obligatorio para todos los ciudadanos, nativos o naturalizados, alfabetizados, de entre 18 y 70 años.
También resulta opcional para los jóvenes de 16 y 17 años, mayores de 70 años y analfabetos.
Pueden votar asimismo los ciudadanos que estén al día con la Justicia Electoral, es decir, sin asuntos pendientes.
Los brasileños acudirán a las urnas para elegir al presidente de la República, a los gobernadores de los estados, a los senadores y a los diputados federales, estaduales y de distrito.
Quienes no tengan los datos biométricos podrán votar con normalidad, pues la toma de huellas dactilares sigue suspendida por la pandemia de Covid-19.
Hasta la fecha, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva encabeza todas las encuestas de opinión rumbo al sufragio, en el que espera reelegirse el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
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