Si Estados Unidos insiste en no invitar a Cuba a la Cumbre esa pudiera ser una causa inmediata para que las naciones del Caribe faltaran al evento pese a que el mismo será un escenario para acercar posiciones de la región con Washington, apuntó Sanders.
El embajador participó en un seminario web, en el cual varios panelistas examinarán la política de estadounidenses hacia el Caribe durante el primer año de la Administración Biden, centrándose en las cuestiones notables que requieren atención y en la oportunidad de debatir estas cuestiones en la Cumbre de las Américas en junio de 2022.
Subrayó que “al igual que si se sigue reconociendo a (Juan) Guaidó, varios estados del Caribe no irán. La Cumbre de las Américas no es una reunión de Estados Unidos, por lo que no puede decidir quién está invitado y quién no”, dijo.
“Esta no es una reunión del gobierno de Estados Unidos, es una cumbre de todos los jefes de Estado del Hemisferio Occidental”, puntualizó.
Esta semana el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel respaldó la denuncia sobre la posible exclusión de la isla de la Cumbre de las Américas, prevista para junio próximo en Estados Unidos.
A través de su cuenta en Twitter, el mandatario destacó las declaraciones del canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien señaló las presiones de Washington sobre numerosos países de la región que se oponen a esa decisión.
“Los grandes retos de la humanidad no se solucionan mediante la confrontación y la violencia, sino mediante la solidaridad y cooperación”, aseveró Díaz-Canel.
Igualmente, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció para que se incluyeran a todos los países en la Cumbre de las Américas.
“¿Cómo es que convocamos a una Cumbre de las Américas, pero no invitamos a todos? ¿Entonces de dónde son los que no están invitados? ¿De qué continente? ¿De qué galaxia? ¿De qué satélite?”, objetó López Obrador.
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