La exposición de suministradores realizada en el hotel Palma Real, como parte del evento, fue una vitrina importante en el camino de la sustitución de importaciones, que se requiere no solo para ganar en eficiencia del producto turístico cubano, sino para lograr encadenamientos productivos con otras ramas de la economía.
Hasta allí llegaron las propuestas de la pequeña empresa privada Diamante Negro, que con solo cuatro meses de creada (diciembre de 2021) y 15 trabajadores, aspira a insertarse en los nuevos proyectos constructivos de la industria del ocio con sus muebles y objetos elaborados de mármol.
Estamos abiertos a contratos y negocios, declaró a Prensa Latina Rolando Valdés, socio de esta entidad, quien concedió mucho valor a la posibilidad de llegar hasta FITCuba 2022 y exhibir las figuras decorativas, lavamanos, estantes, mesas y otros tipos de mobiliarios fruto de la extracción y procesamiento del mármol negro.
Este es el centro de la actividad de Diamante Negro, cuyo producto estrella es la piedra procedente de la única cantera de ese color que existe en el país, ubicada en Pinar del Río (occidente), en el municipio de Viñales.
Trabajamos el mármol en todas su formas y dimensiones, así como otros colores (crema, rojo y gris) en menor cantidad, precisó Valdés, y agregó que si bien aún no tienen contratos con ninguna unidad vinculada al turismo, sí cuentan con la experiencia de productos elaborados para la Industria Alimentaria y el Ministerio de Salud Pública.
En la otra cara de la moneda está la Empresa Agroindustrial Ceballos, una de las entidades consolidadas en el suministro al sector turístico y que, sin embargo, continúa proponiendo opciones que favorecen la economía de ambas partes.
Entre los nuevos productos que ofrecemos está una colección de adobos, aliños, salsa china y salsa picante, dijo a Prensa Latina la especialista comercial de esa industria, Arlietis Gutiérrez.
Además, mantenemos productos como la papa prefrita, los néctares de frutas, la gama de renglones frescos como cebolla, tomate, pimiento, frutabomba, pepino, guayaba, los dulces en conserva y la pasta de tomate, entre otros, detalló.
La relación entre el sector y Ceballos ha dado lugar a cultivos que solo se producen para estos clientes, como el melón, conocido en la isla como melón de Castilla; mientras la elaboración de la salsa picante, de gran aceptación, es una opción surgida de estas demandas.
Se trata de una relación mutuamente beneficiosa, pues aunque la empresa vende en moneda nacional, un por ciento de esas ganancias se convierte en moneda libremente convertible, el 20 por ciento en el caso de los néctares, jugos y dulces; en tanto en la papa prefrita ese monto se eleva a 46.
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