Según Estadísticas Dinamarca, este dato fue impulsado por los altos precios de la electricidad y la calefacción.
El fenómeno se debió principalmente a alzas en los precios de bienes, dijo la agencia, con aumentos del 10,3 por ciento en promedio, su mayor repunte desde noviembre de 1982.
Si se excluyen los precios de los combustibles, la llamada inflación subyacente es de 3,6 por ciento, su cifra mayor desde 1990, siempre según la agencia mencionada.
Añadió que eso se debió a los elevados valores del tabaco y el alquiler de casas vacacionales (Dinamarca es miembro de la Unión Europea, pero no de la eurozona).
Otro de los elementos que los economistas aprecian como influencia está en el conflicto en Ucrania y el bumerán de las sanciones occidentales contra Rusia que encarecen la energía.
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