“Nuestra decisión es que no reportamos más lo que digan o hagan los señores congresistas hasta que no cambien esa decisión. Para nosotros, hasta que ese cambio no ocurra, ustedes no existen”, declaró el principal periodista del grupo, Nicolás Lucar.
Hizo el anuncio a raíz de que ayer reporteros protestaron frente a la sede exigiendo el acceso, pues desde marzo de 2021 se limitan a permanecer en la plaza ubicada al frente, bajo un toldo y siguen las sesiones ante un monitor de televisión y solo pueden entrevistar allí a los legisladores que se ofrecen para ello.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados ante tamaña prepotencia y falta de respeto a la ley y al derecho de la gente a ser informada”, agregó Lucar en su programa diario de radio y TV y llamó a los demás medios de prensa a hacer lo mismo.
La demanda se basa en que cesaron las restricciones sanitarias establecidas hace más de dos años e invocadas para mantenerlos fuera del palacio legislativo y Lúcar hizo extensivo el reclamo al palacio de gobierno.
Por su parte, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, quien alega que la decisión de mantener las restricciones es de la junta de portavoces de las bancadas, hizo declaraciones a la prensa en la que reiteró que se busca un ambiente adecuado para una nueva sala de prensa en el palacio, en consulta con la defensa civil.
Alva inició sus declaraciones en tono conciliador y parecía preludiar un pedido de disculpas por su conducta de ayer, cuando increpó a reporteros que protestaban.
Hoy dijo que “soy una persona como cualquiera; me molesto, río, lloro, grito; todos tenemos derecho a pasar por eso” y aseguró que es una defensora de la libertad de prensa.
A raíz del incidente, el periodista René Gastelumendi escribió en el diario La República que Alva “no califica como presidenta del Congreso por prepotente”.
“Desde que le negó un saludo con la mano al presidente Pedro Castillo, el día que este se presentó por primera vez en el Congreso, Alva no ha dejado de entregarnos, una semana tras otra, gestos hostiles tristemente memorables”, agregó.
Pregunto si los lectores la imaginan como presidenta de la República, si el Congreso lograra vacar (destituir) a Castillo y a la vicepresidenta, Dina Boluarte.
El comentario agrega que Alva carece de destreza para moderar debates parlamentarios, siempre está con cara de pocos amigos y “pocos se salvan del látigo implacable de Maricarmen y su mirada de impaciencia y su cabeza caliente, como si estuviese a punto de estallar”.
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