En el debate de la comisión de Atención a los Servicios de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) sobre el tema, el jefe de Gobierno señaló las insatisfacciones de la ciudadanía con los servicios y los precios, y recordó el papel que corresponde al Estado en el perfeccionamiento del sector.
Precisó que ciertamente el Estado no tiene por qué gestionar una actividad como la gastronomía, de ahí que se dieran los pasos necesarios para diversificar los actores que intervienen en ello, incluido el arrendamiento de locales estatales, pero esto no implica desatender lo que sucede.
Somos responsables de responder al pueblo, afirmó, de manera que debemos velar por lo que pasa en los locales alquilados y que los servicios que se prestan verdaderamente respondan a las necesidades de la ciudadanía.
Mencionó ejemplos como los círculos sociales en las zonas rurales, que quedaron reducidos a la venta de ron y cigarros, renglones con los cuales garantizan las ganancias, pero no resuelven los requerimientos de la población.
Recordó que esa es la labor de las estructuras de gobierno, velar por los intereses del pueblo, de manera que convocó a incrementar la exigencia y el control sobre la calidad de los servicios, la inocuidad de los alimentos y la protección al consumidor.
Consideró necesario eliminar la mentalidad metalizada de muchas administraciones, que venden los recursos, garantizan las ganancias, pero sin asegurar ofertas o variedad en estas.
Es preciso incrementar la autogestión, aprovechar la descentralización de facultades aprobadas e ir donde están los productores, dijo Marrero, y precisó que el verdadero encadenamiento es la complementación entre actores económicos para solucionar las demandas de la sociedad, no comprar para revender.
Sobre los precios enfatizó que no se puede permitir que la gente se haga rico a costa del pueblo, aun cuando es conocido que muchas formas productivas recurren a la compra de moneda libremente convertible en mercados informales.
Hay que recordar para quiénes se presta servicio, acotó y significó la importancia de continuar la labor de concientización.
El primer ministro insistió en la relevancia del proceso de perfeccionamiento del comercio para la economía y, sobre todo, por el impacto directo que tiene en el pueblo.
Son diversos los factores que inciden en que no se logre la transformación prevista, comentó, pero en su opinión lo esencial es que se produzcan los cambios necesarios en la mentalidad de muchos de los actores que participan, desde las autoridades gubernamentales hasta el personal administrativo.
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