El portal Brasil 247 indica que las partes entregaron la acción en el Supremo Tribunal Federal por el «uso reiterado de una unidad de medida (arroba) para identificar a las personas negras, lo cual denota la verdadera intención de discriminarlas por motivos de color, ofendiendo a toda una colectividad».
Antes de abrazar el poder en enero de 2019, Bolsonaro fue denunciado por la Fiscalía y condenado en primera instancia por decir que «el afrodescendiente más liviano que hay pesaba siete arrobas» y «ya ni siquiera es procreador».
Por tal disparate, el Ministerio Público Federal interpuso una demanda contra el otrora parlamentario y exigió el pago de 300 mil reales (unos 75 mil dólares) en compensación a las comunidades quilombolas (afrobrasileñas), pero la justicia terminó condenándolo a pagar solo 50 mil (12 mil 500 dólares), destinados al Fondo para la Defensa de los Derechos Difusos.
Otros ejemplos muestran el racismo público del exmilitar presidente, como aquel cuando se le preguntó qué haría si su hijo se casara con una mujer negra y respondió que su descendiente «estaba bien criado».
En 2019, Bolsonaro ganó el premio racista del año de Survival International, un movimiento global que defiende los derechos indígenas.
Brasil celebró este jueves con conferencias y actos en ciudades y comunidades la llamada Fiesta del 13 de mayo, fecha que marcó en 1888 la firma del decreto que abolió la esclavitud.
Sin embargo, historiadores y líderes de movimientos negros consideran que el 20 de noviembre, que recuerda la ejecución en 1665 de Zumbi, un esclavo que se convirtió en jefe del quilombo de los Palmares, sería un contrapunto a la fecha de este viernes.
De acuerdo con tal perspectiva, el 13 de mayo sería una data que representaría la abolición como un acto de generosidad de la élite blanca y transformaría a la princesa Isabel, quien estableció la llamada Ley Áurea para eliminar la esclavitud hace 134 años, en protagonista de la liberación de los esclavos.
Por el contrario, el 20 de noviembre, en honor a Zumbi y al quilombo de Palmares, sería un símbolo de la resistencia y combatividad de los negros, que, de hecho, no aceptaron pasivamente la esclavitud.
Investigadores insisten en que el 13 de mayo debe servir como «día de reflexión sobre las condiciones reales de vida de la población negra, no solo en aquellos tiempos, sino también en la actualidad», más aún cuando la discriminación racial en Brasil es estructural y rige casi todas las relaciones económicas y sociales.
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