Preguntado al respecto en su conferencia de prensa matutina diaria en el palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador recordó que la vocera de la Casa Blanca mencionó que todavía no se han mandado las invitaciones y no solo en mi caso, sino a ningún mandatario.
Consideró que todavía no se ha hecho a un lado su propuesta y de muchos en América Latina para que no se excluya a nadie y reveló que el canciller Marcelo Ebrard va a sostener una conversación telefónica con el jefe del Departamento de Estado, Antony Blinken, y el próximo miércoles llegará una comisión de los organizadores de la cumbre.
Dijo que los van a recibir con mucho gusto y exponer por qué México considera que debemos unirnos todos en un momento como este, lo cual sería algo extraordinario pues inauguraría una etapa en las relaciones de los países de América toda.
Esperemos que no nos confrontemos, vamos a esperar, y si no se logra nada de todas maneras nos sigamos respetando, que no haya sanciones ni reproches. Si no oyen al pueblo, si no hay entendimiento, aunque no descarto que lo haya, que nos reunamos todos en Los Ángeles, sería un error.
Insistió en que deben estar todos allí juntos, y el que no quiera asistir pues está en su derecho, pero que no sean excluidos.
Repitió que es necesaria la unidad, «es bueno hacer eso, llegar a acuerdos respetando las diferencias, la idiosincrasia de cada pueblo, la soberanía, buscar lo que nos une y no lo que nos separa».
Precisó que la visita de los organizadores de la cumbre es para este propósito, viene el coordinador que está ayudando a la organización y viene a hablar con nosotros y todos están aportando para buscar que se dé este encuentro.
Suceda lo que suceda, aclaró, México va a estar presente, va a estar el canciller, pero yo no iría si hay exclusiones porque yo pienso que necesitamos la unidad.
Necesitamos hechos, no palabras, como cuando se trata del bloqueo a Cuba en Naciones Unidas que solo votan contra la idea de eliminarlo dos países, y todo el mundo a favor de la suspensión, pero ahí queda, no se hace nada más, es como un ritual, y no debe ser.
Hay que tener muy en cuenta, dijo, que no es cualquier cosa, es un pueblo que está sufriendo mucho y no basta con calificar de injusto el bloqueo porque es como hablar de independencia y soberanía y aceptar que no se respetan ni la una ni la otra y eso es una incongruencia.
Además, finalizó el tema, nuestra posición en política exterior está muy clara en la Constitución la cual se basa en la no intervención, autodeterminación, solución pacífica de las divergencias, cooperación al desarrollo y respeto a los derechos humanos, y es la política que aplicamos.
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