Este apoyo está en contexto con la crisis geopolítica de Ucrania y el bumerán de las sanciones de occidente contra Rusia.
Bruselas flexibilizó las reglas en materia de ayudas públicas para permitir a los Estados miembros un margen de actuación ante las denominadas Distorsiones graves en la economía europea como consecuencia de la situación bélica.
Esa aprobación está dada siempre que los subsidios no excedan los 400 mil euros por beneficiario, ni se concedan más allá del 31 de diciembre de este año.
En el caso de España, se trata de un plan de ayudas directas que el Ejecutivo comunitario considera necesario, adecuado y proporcionado, a la luz de que el objetivo es dar liquidez a las empresas privadas del sector con locomotoras diesel, afectadas por el aumento de los precios.
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