En medio de las sanciones impuestas por el bloque comunitario a Rusia, su principal fuente de suministro de gas, los países miembros buscan alternativas en otros mercados.
Este combustible podría convertirse en una fuente para la UE, que quiere reducir su dependencia del ruso, en medio de la situación entre Rusia y Ucrania; una de las principales alternativas es el gas del Mediterráneo oriental», afirmó Kalin en una entrevista, citada por la agencia local TRT.
Sin embargo, el portavoz señaló que la exploración en el Mediterráneo oriental requiere tiempo y es imposible realizarla en el periodo de un año, tiempo en el que pretende la UE deslindarse del suministro de Moscú.
Según Kalin, Turquía trata de ayudar en esta materia y «está dispuesta a ser parte del proceso».
De igual forma, expresó la esperanza de que «nuevos descubrimientos energéticos creen nuevas oportunidades, y no nuevas tensiones».
Además, aseguró que Ankara se dispone a discutir importaciones de este recurso natural desde Israel.
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