Los servicios de meteorología pronostican máximas de entre 15 y 25 grados por encima de la media, con temperaturas que se sentirán como las de mediados de julio en las llanuras del sur, donde se percibirán hasta los 90 y los 100 grados Celsius.
Entre las ciudades que podrían afectarse con el intenso calor son Dallas, Amarillo y San Antonio, en Texas, y Roswell, en Nuevo México.
Las altas temperaturas se extenderán hacia el este durante la semana, y acabará alcanzando máximos históricos en el sureste y en ciudades como Charlotte y Raleigh, en Carolina del Norte, y Orlando, en Florida, el próximo viernes.
Cuando termine la semana, es probable que haya más de 100 récords diarios en los libros de registro.
El sábado, se espera que el calor aumente en la costa oriental, donde la ciudad de Nueva York podría experimentar su primera jornada de 90 grados de este 2022.
Este calor, combinado con la baja humedad y los fuertes vientos, ayudó a alimentar el incendio del Cañón Calf, en Nuevo México, que hasta este lunes, había devorado 113 mil hectáreas y se había convertido en el mayor siniestro de la historia del estado.
Esta situación meteorológica también está contribuyendo a alimentar los días de tormentas primaverales de fuertes a severas en algunas partes del país, lo que tiene a millones de estadounidenses en alerta por los riesgos de granizos, inundaciones y tornados.
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