La alianza Hizbulah-Movimiento Amal aseguró alrededor de 580 mil votos entre casi dos millones de participantes en los comicios del pasado 15 de mayo, para barrer con todos los escaños chiitas en el nuevo órgano legislativo, resaltó el sitio Al Manar.
Con 367 mil 827 papeletas a su favor, los candidatos de la Resistencia islámica libanesa aventajaron a los postulantes de Al-Kataeb, las Fuerzas Libanesas, el Partido Socialista Progresista y la sociedad civil, quienes obtuvieron en total 345 mil 862 votos.
De acuerdo con la lista de ganadores, Hizbulah sumó 16 escaños, incluidos tres diputados aliados; mientras, Amal obtuvo 15 asientos.
En el bando cristiano, la Corriente Patriótica Libre alcanzó 21 puestos, para aventajar a su principal rival las Fuerzas Libanesas que obtuvieron 18.
La votación de los libaneses respaldó a 13 candidatos independientes y 15 de la sociedad civil, la mayoría de ellos surgidos con el estallido social en otoño de 2019.
De las fuerzas tradicionales, el Partido Socialista Progresista ganó nueve escaños, los exintegrantes del Movimiento Futuro sumaron seis, los Falangistas añadieron cinco; mientras, el Movimiento Independencia y de la Corriente Marada de Frangie y la Asociación de Proyectos Benéficos Islámicos alcanzaron dos, respectivamente.
Con un escaño aparecen la Organización Popular Nasserista, el Partido Nacional Liberal, el Grupo Islámico y el Partido Unión.
El domingo pasado el 41 por ciento de los cerca de cuatro millones de libaneses inscritos en el padrón electoral ejerció su derecho constitucional, ocho puntos por debajo de los votantes en 2018.
Líbano reconoce 18 confesiones de fe y el pacto nacional para su independencia de Francia en 1943 estableció que el presidente de la República debe ser cristiano maronita, el primer ministro musulmán sunita y el titular del parlamento un representante chiita, y así sucesivamente con los otros cargos.
Sin embargo, el acuerdo de Taif de 1989, que puso fin a la guerra civil libanesa (1975-1990), estableció una fórmula de reparto del poder basada en cuotas que otorga a cada una de las grandes comunidades religiosas (musulmana y cristiana) 64 puestos en el parlamento.
Mañana, el actual Parlamento cesará su mandato y los 128 nuevos diputados tendrán ante sí el reto de elegir al titular del órgano legislativo y la formación del gobierno.
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