Entre ellos, Pedro Pablo Rodríguez, multipremiado y reconocido estudioso de la figura del Héroe Nacional de Cuba, y miembro del Centro de Estudios Martianos de la isla, quien resaltó la vigencia del pensamiento de Martí.
En declaraciones a Prensa Latina, señaló que Martí tuvo una mirada universal de su tiempo porque fue el hombre que comprendió la necesidad de la independencia de Cuba y cómo esta podía ser un paso para asegurar la soberanía de nuestros pueblos y compensar el poderío creciente de Estados Unidos.
Pero también fue un hombre que comprendió la dinámica de su tiempo histórico, cómo estaban surgiendo las potencias imperiales y cómo buscar el equilibrio del mundo, añadió.
Esos fueron elementos importantes en el plano de la geopolítica, subrayó Rodríguez, quien es autor de textos como Al sol voy: Atisbos a la Política Martiana; Pensar, prever, servir: el ideario de José Martí; El partido de José Martí, entre otros.
Por otro lado, explicó que fue un hombre interesado en conocer todas las culturas y tenía un conocimiento muy amplio en ese sentido.
Lo mismo se interesaba por saber de los pueblos antiguos de Japón, China o India, era un conocedor de lo que estaba ocurriendo en la Europa el siglo XIX y también se interesaba por las expresiones de las culturas de nuestros pueblos, detalló.
No se preocupó por conocer el mundo intelectual, sino por entender la esencia, la identidad y los elementos populares, agregó.
Comentó que Martí tomaba nota de las palabras propias de Guatemala o Venezuela y en general admiraba la forma de hablar de los pueblos de Latinoamérica.
Desde entonces han pasado varios decenios y estamos viviendo un mundo en crisis económica, ecológica y también en una crisis moral, de ética absoluta, manifestó.
Eso hace que, desde muchos lugares, la mirada esté dirigida a José Martí porque él piensa en el ser humano, no solo en los cubanos o los puertorriqueños, sino en la humanidad.
Por eso hay un interés creciente por la obra del Apóstol porque en medio de esa crisis, las personas están buscando caminos de soluciones y de pronto se encuentran con el pensamiento de Martí, que desde el siglo XIX ya había considerado en las múltiples formas de hacer el bien.
El Simposio tuvo lugar durante esta semana en la Universidad Libre donde reunió a figuras como Marlene Vázquez, directora del Centro de Estudios Martianos, Martha Fuentes, de la Sociedad Cultural José Martí, y Adalberto Santana, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
También se destacaron en este espacio David García, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, con su conferencia Martí y la identidad musical en América Latina, así como Mónica Fortich, Luz Dalila y Paula Dejanon, entre otros.
Además de las jornadas académicas, el encuentro contó con una exposición denominada Muestra Pictórica Iberoamericana, con unas 200 obras de diversos creadores y un concierto de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá, bajo la dirección del maestro Federico Hoyos.
Fue coordinado por el académico cubano residente en Colombia Josué Otto de Quesada y coauspiciado por la embajada de Cuba, la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Corporación Movimiento Artístico, Cultural e Indígena y la Organización de Estados Iberoamericanos.
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