Dicha instalación se encuentra en un terreno que pertenecía a la División Automotores de la Policía Federal en el barrio porteño de Floresta durante la última dictadura militar en este país (1976-1983).
Según datos oficiales, allí fueron secuestrados y torturados alrededor de 500 militantes de diversas organizaciones políticas, muchos de los cuales permanecen desaparecidos.
De acuerdo con el diario Página 12, hace una semana personas aún sin identificar destruyeron la consola y equipos de transmisión de la radio, lo que provocó la interrupción de su programación habitual.
Lamentablemente, estos hechos demuestran el odio de una minoría de la sociedad. Es nuestro compromiso luchar contra la intolerancia y seguir construyendo memoria, señaló la Secretaría tras presentar una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, la emisora emitió un comunicado en el cual aseguró que ese hecho atenta contra el ejercicio de la comunicación.
Repudiamos enérgicamente ese ataque, que afecta la libertad de expresión y el derecho a la información. No es extraño que ante una gran circulación de discursos que apelan al odio, se produzcan estos sucesos, señala el texto.
Asimismo, lamentó los daños causados a “una radio comunitaria que transmite desde un espacio para la preservación de la memoria, cuyo eje es la promoción y defensa de los derechos humanos”.
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