La decisión, que obliga a la joven parlamentaria a renunciar a la cartera de Trabajo, fue aprobada por 71 votos, 28 en contra y 12 abstenciones, y sorprendió que entre los primeros figuren nueve de los legisladores de PPL.
La moción de censura fue presentada tras la interpelación del pleno congresal a Chávez, hace una semana, en la cual ella respondió el pliego de preguntas planteado, en particular a la acusación de que autorizó una huelga de controladores aéreos que afectó el turismo en plena Semana Santa.
La ministra respondió que la huelga es un derecho cuyo ejercicio no requiere de autorización y solo está reglamentado, con medidas como la obligación de mantener servicios esenciales como los aeroportuarios con una guardia de emergencia, lo cual no cumplieron los controladores, por lo que el paro se declaró ilegal.
Al presentarse la moción opositora, la hasta hoy ministra señaló que la propuesta carecía de sentido, pues se basaba en temas ajenos a la interpelación.
El verdadero motivo, según dijo, era la promoción por Chávez de un nuevo Código de Trabajo para comenzar a recuperar los derechos de los trabajadores, afectados por tres décadas de política económica y social neoliberal.
Al aceptar la posibilidad de ser censurada, advirtió también que quien la reemplace al frente del ministerio seguirá luchando por los intereses de los trabajadores.
La legisladora progresista Ruth Luque lamentó la censura y el congresista de izquierda Guillermo Bermejo dijo que la medida es un atropello de una mayoría “que cree que por tener los votos, puede pasarse por encima de las normas, leyes y sobre todo por encima de la verdad”, declaró. “Es por eso por lo que este Congreso tiene 82 por ciento de desaprobación”.
Alejandro Aguinaga, congresista de extrema derecha, apoyó la medida por la huelga de controladores y el neoliberal Carlos Anderson sostuvo que Chávez convirtió su ministerio “en un enfrentamiento constante entre empresarios y trabajadores”.
Alentada por la censura a Chávez y por el anuncio del presidente Pedro Castillo de más cambios en el Gobierno, la empresarial Cámara de Comercio de Lima pidió la baja del primer ministro, Aníbal Torres, y una renovación total del gabinete.
Reclamó también un nuevo titular de trabajo más cercano a los empresarios y acusó a Chávez de ideologizar y politizar el Ministerio de Trabajo, aparente alusión a la posición de la censurada a favor de los derechos laborales.
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