En septiembre del año pasado los vínculos bilaterales tocaron fondo y París llamó a consulta a su embajador en Canberra, ante la decisión australiana de cancelar un contrato para la construcción de 12 submarinos convencionales, en aras de reemplazarlos por artefactos de propulsión nuclear de factura estadounidense.
Según la Presidencia de la República, en la conversación telefónica los mandatarios abordaron la salida del diferendo, que atribuyó al anterior primer ministro Scott Morrison.
Macron y Albanese coincidieron en la reconstrucción de las relaciones, con el objetivo de que los dos países enfrenten juntos los desafíos globales, entre ellos la urgencia climática y los retos estratégicos en la región indo-pacífica, señaló en un comunicado.
El Palacio del Elíseo adelantó que Francia y Australia prepararán una hoja de ruta para estructurar la nueva agenda bilateral de cooperación.
La crisis de los submarinos también tensó los vínculos con Estados Unidos, al que París acusó de propinarle una puñalada por la espalda, aunque Macron y Joseph Biden dieron por superado el incidente meses después.
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