Anteriormente Dodon fue puesto en prisión preventiva por 72 horas, periodo que la fiscalía elevó a un mes ante el riesgo de evasión y destrucción de pruebas.
Por su parte, Dodon culpó a la actual presidenta del país, Maia Sandu, de estar detrás de su caso, el cual considera que tiene motivaciones políticas, recogió la agencia moldava de noticias IPN.
El exmandatario lamentó ser acusado de traición por aquellos que ahora «llenan las instituciones estatales de asesores extranjeros”.
Para Dodon, las intenciones de la administración actual son desviar las miradas de los aumentos de los precios y desmoralizar al Partido Socialista, del que el forma parte, como referente de la oposición.
De hecho, seguidores de la formación se reunieron en las inmediaciones del tribunal durante la audiencia del expresidente para mostrarle su apoyo.
Los abogados de Dodon exigirán que se retire esta decisión, y alegan que al fiscal del caso le falta experiencia y la competencia necesaria e, incluso, que está comprometido políticamente.
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