La organización recordó que en junio de 2021 grupos armados iniciaron una guerra por el control del territorio estratégico, que sirve de enlace a Puerto Príncipe con cuatro departamentos del sur del país.
“Un año después, los bandidos siguen reinando. El Estado no interviene para restablecer el orden público y la cooperación internacional juega la carta de la ignorancia”, escribió la instancia en un comunicado.
El Cardh recordó que los hospitales que atienden a todos en el distrito de Martissant tuvieron que cerrar sus puertas, entre ellos Saint Germain y Médicos sin fronteras, mientras las escuelas públicas, mercados y otras instituciones corrieron la misma suerte. Algunas de esas edificaciones sirven de bases de operación a los bandidos, destacaron.
“El Estado, cuya misión es restablecer el orden público y respetar, proteger y aplicar los derechos humanos, no interviene a pesar de la crueldad de los actos de los bandidos”, lamentaron y reclamaron a las autoridades cumplir los tratados firmados, mientras que la comunidad internacional debe responder a sus promesas con resultados concretos, aseguraron.
La inseguridad se agravó en Haití en los últimos años, particularmente tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado julio, y actualmente las pandillas controlan al menos el 60 por ciento del territorio nacional.
Las autoridades reiteraron recientemente sus promesas de establecer un clima de paz propicio para realizar elecciones, que implica combatir a esos grupos armados, y realizaron varias intervenciones en la comuna de Croix des Bouquets, al norte de Puerto Príncipe, sin embargo, los asesinatos y secuestros continúan, además de los desplazamientos forzados de decenas de miles de ciudadanos.
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