En el peor momento de la administración de Castillo, Vásquez dijo que siempre defendió la vigencia de la voluntad popular, pero, dadas las circunstancias, no hay condiciones para que este Gobierno se pueda sostener durante todo el periodo para el cual fue elegido, sostuvo.
La ex primera ministra, de posición centro-izquierdista y mudada a la oposición, agregó como factores que hacen inviable que Castillo termine su mandato los indicios de corrupción de elementos de su entorno, lo que, afirmó, afecta su gestión gubernamental.
“Hay que reconocer que ha habido negligencias y errores”, señaló y aludió al hecho que el Ministerio Público incluyó a Castillo en las investigaciones sobre una presunta red de corrupción gubernamental.
Vásquez lanzó otras críticas al presidente, que por su parte negó incurrir en acto alguno de corrupción, se declaró víctima de persecución política y, a través de su abogado, impugnó la decisión del fiscal de la Nación de abrirle una investigación preliminar.
Entretanto, las fuerzas de oposición y en especial las de derecha extrema, barajan opciones para hacer efectivo el afán de terminar antes de tiempo con el gobierno, objetivo que plantean públicamente desde la elección de Castillo.
El Parlamento escenificó hoy un nuevo debate en el que legisladores de derecha extrema y algunos aliados de centro incidieron en el objetivo de retirar al jefe de Estado por el inicio de la investigación y el supuesto fundamento de la misma, y se mostraron seguros de lograrlo, lo cual es solo cuestión de tiempo.
Los legisladores de partidos de izquierda coincidieron en la necesidad de respetar al mandatario, al menos mientras no haya pruebas fehacientes en su contra y denunciaron el obstruccionismo opositor a la gestión gubernamental.
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