Según el reporte, los proyectiles y cohetes impactaron también en siete puestos de mando y 34 posiciones de tiro de unidades de artillería y morteros enemigos.
El alto oficial ruso amplió que como resultado de los bombardeos perdieron la vida más de 300 combatientes ucranianos y que además fueron eliminados 10 tanques, dos lanzacohetes múltiples Grad, 17 vehículos especiales, 17 cañones y morteros, así como tres almacenes de armas de cohetes y artillería.
Dijo que la Fuerza Aeroespacial, por su parte, destruyó con misiles de alta precisión las instalaciones de producción de una planta mecánica y de herrería en la región de Járkov, donde eran reparados equipos militares ucranianos.
Señaló que además golpearon cuatro puestos de mando de las Fuerzas Armadas de Ucrania y 15 zonas de agrupamiento de efectivos y material bélico.
Konashénkov reportó que la aviación rusa barrió otras 73 zonas de concentración de militares y equipos de combate, dos puestos de mando, tres almacenes con armas y uno con combustible y un radar AN/TPQ-50 de origen estadounidense, acciones en que fueron eliminados más de 150 efectivos ucranianos.
Asimismo, fueron neutralizados ocho tanques y vehículos blindados, un sistema de lanzacohetes Grad, una batería de artillería y 10 vehículos especiales, mientras las fuerzas de defensa antiaérea derribaron un avión MiG-29 y 13 drones ucranianos.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
El 21 de febrero, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
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