La convocatoria fue aprobada en la Asamblea General de la Federación Nacional de Bananeros de Ecuador (Fenabe), efectuada en la provincia de Los Ríos, en la cual los delegados coincidieron en que los convenios con el ejecutivo quedaron solo en papeles.
Al respecto, el vicepresidente de la Fenabe, Segundo Solano, precisó que los perjuicios semanales para los productores de la fruta rondan los 19 millones de dólares, además de tener afectaciones por la pérdida de 60 mil empleos.
Los agricultores coincidieron en que se debe respetar la Ley del Banano y describieron la situación actual como la peor crisis de la historia, marcada por la reducción en la exportación del producto y los problemas en el mercado interno.
Entre las propuestas presentadas estuvo realizar una veda bananera, sobre lo cual el productor de Guayas Gerónimo Saltos llamó a no cortar ni un racimo más, en caso de que continúen sin recibir el pago del precio mínimo de sustentación.
A juicio de la pequeña productora Carmen Cañarte, quien denunció que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) la acusa de instigadora, la acción permitirá regular la oferta.
De su lado, Iván Goodman pidió a la Fiscalía General de Estado agilidad en los procesos judiciales (indagación previa) en contra de las empresas exportadoras que incumplen con las regulaciones del sector.
Los bananeros solicitan, además, moratoria inmediata de los préstamos, embargos y coactivas de entes públicos como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el Servicio de Rentas Internas e instituciones privadas, entre estas bancos y cooperativas de ahorro y crédito, con un período de gracia de un año.
Un fondo de contingencia para regular la oferta y respeto al trabajo son algunas de las demandas.
A finales de mayo último, el MAG presentó un plan de alivio para los perjudicados en las comercialización de banano por el conflicto entre Rusia y Ucrania, grandes consumidores de ese renglón.
Según adelantó la cartera de Estado, la ayuda consiste en la entrega de una subvención económica ante los daños en la venta de la fruta a los dos países europeos.
Otros beneficios incluyen la entrega de kits de insumos agrícolas, con materiales para la nutrición y control fitosanitario de las plantaciones, así como un plan de refinanciamiento y reestructuración de las deudas.
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