Dado que el contexto político general en Europa hoy es inquietante, alarmante, y Belarús se encuentra justo en esta zona fronteriza de Europa entre el Este y el Oeste aunque, por supuesto, pertenece al Este, no ignoramos el tema de su importancia y lugar en la arquitectura moderna del continente, señaló Kiril.
Indicó que la conversación con el jefe de Estado belaruso en el Palacio de la Independencia de Minsk fue larga, muy informativa y mostraron coincidencias en diversos temas, según la agencia de noticias TASS.
“Tratamos de responder una serie de preguntas que están relacionadas con un problema muy complejo y quizás aún no entendido: la supervivencia de la civilización humana. ¿Hacia dónde va el mundo?, ¿qué le está pasando a la gente?, ¿qué nos está pasando”, explicó.
Según el jefe de la iglesia ortodoxa rusa, allí donde hay mal, hay muerte, hay destrucción, y donde hay bien, hay vida.
Lukashenko, por su parte, consideró una buena señal la visita a Belarús del patriarca de Moscú y toda la Rusia, a la vez que subrayó la determinación de su Gobierno de resistir cualquier presión contra el país, lo mismo una rebelión que la guerra híbrida, advirtió.
“El tiempo es difícil. Y está bien que haya venido a su tierra. No es ajena para usted. Para nuestro pueblo es una buena señal. Es una señal de la unidad frente a estas fuerzas malignas, como dice nuestro monseñor. Créame, la verdad está con nosotros. La verdad siempre es más fuerte”, apuntó.
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