Trabajamos para beneficiar a 620 mil hogares en las áreas más afectadas por el conflicto, que es nuestro objetivo para 2022, pero la asistencia no comprenderá nada más distribución de materias primas, explica la comunicación.
Proporcionaremos, igualmente, vacunas y servicios para el tratamiento de enfermedades de los animales, y ayudaremos a la rehabilitación de la infraestructura agrícola, añade, y reitera así recientes declaraciones del representante de la FAO ante la Unión Africana, Chimimba David Phiri.
De esos hogares, que primero que todo recibirán semillas de varios productos, 268 mil pertenecen a Tigray, 186 mil están ubicados en Afar y 150 mil son de Amhara, especifica.
Según el texto, la organización “trabaja con el ministerio de la Agricultura para apoyar a quienes necesitan mejorar la producción agrícola y tiene el compromiso de respaldar los esfuerzos del Gobierno para mejorar la situación en el norte del país”.
Además de la anunciada cooperación, la FAO distribuyó 400 toneladas métricas de semillas entre 230 mil familias en Tigray, cuatro en Afar y 100 a los agricultores en Amhara, de acuerdo con información de la propia entidad de la ONU.
En colaboración con la Oficina Regional de Agricultura de Tigray, asimismo, vacunó más de tres millones 500 mil animales y ofreció servicios de sanidad a 230 mil cabezas de ganado.
Los esfuerzos de la FAO para suministrar semillas, fertilizantes y equipos, entre otros, tienen ahora mayor impacto debido a la disminución de las hostilidades entre el Frente de Liberación Popular de Tigray y el gobierno federal, aunque el conflicto no tiene aún una solución definitiva.
Incluso después del armisticio declarado por las autoridades en marzo último, la FAO tuvo dificultades para llegar a las zonas afectadas por la conflagración que comenzó en noviembre de 2020.
También, como carece de los fondos necesarios para paliar la crisis en el norte etíope, en reiteradas ocasiones instó a la comunidad de donantes a incrementar su gestión, de la que depende en gran medida.
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