Dijo que las cosas no pueden seguir como hasta ahora. Deutsche Bahn (DB) puede y debe hacerlo mejor, declaró el político al señalar que es un punto que acordó con el presidente de la compañía, Richard Lutz.
El ministro precisó que para analizar dónde están los problemas mantuvo numerosas conversaciones, entre ellas con la empresa privada con participación mayoritaria estatal.
Recalcó que DB debe poder entusiasmar a sus pasajeros con trenes atractivos, una frecuencia eficiente y, sobre todo, puntualidad.
El presidente de la compañía se fijó para este año el objetivo de lograr una tasa de puntualidad del 80 por ciento en el transporte de larga distancia. Esta meta de puntualidad exige que esa proporción de los trenes lleguen a su destino con no más de seis minutos de retraso.
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