Según un vocero de su despacho, el titular dijo al secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin, que las Fuerzas Armadas defenderán con resolución la soberanía e integridad territorial del país si alguien intenta separar a la isla y tampoco dudarán en impedir cualquier movimiento, aunque ello represente el comienzo de una guerra.
Wei rechazó y exigió a Washington revocar la anunciada venta de armas a Taipéi, tras considerar ese paso una violación de los documentos que sustentan las relaciones bilaterales y el principio de Una sola China.
Enfatizó en que Taiwán es parte inalienable del gigante asiático, advirtió sobre las consecuencias de utilizarlo para contener a Beijing y urgió a la Casa Blanca dejar de interferir en cuestiones puramente internas.
Finalmente, manifestó la voluntad de China de promover nexos estables y sanos con Estados Unidos en lo militar y al nivel de superpotencias, pero llamó a ver el desarrollo nacional de forma racional, no dañar sus intereses y evitar la confrontación.
Wei y Austin conversaron este viernes por primera vez en persona y en el contexto del Diálogo de Shangri-La, el cual sesiona hasta el domingo en Singapur para debatir sobre seguridad.
Ambos funcionarios ofrecerán discursos en el encuentro para detallar las posturas de sus países acerca de la seguridad regional.
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