En tal sentido se refirió a videos divulgados ayer por medios locales, sobre reuniones de miembros de la Pacto relacionadas con estrategias de la campaña electoral.
Prada argumentó que la filtración de conversaciones privadas en las que se habla sobre estrategias y se analizan posibles escenarios en la contienda electoral están poniendo en riesgo la seguridad la campaña, así como la integridad del candidato presidencial Gustavo Petro y de su equipo.
Recalcó que la campaña presidencial es víctima de un hecho gravísimo de chuzadas (escuchas) e infiltraciones ilegales que fue espiada, grabada y filtradas las conversaciones privadas.
Luego los videos fueron publicados a nivel ayer en la Revista Semana en sus plataformas digitales y replicados en otros medios de comunicación, señala la denuncia.
Se trata de un episodio con intenciones de materializar una guerra sucia contra la candidatura de Petro y Francia Márquez a tan solo unos días de que se lleve a cabo la segunda vuelta presidencial y en un escenario que marca una intención de voto favorable, según la mayoría de las encuestas, hacia esta campaña, enfatizó Prada.
«(Hubo) tergiversación, edición y descontextualización del contenido de los videos por su manipulación (…)», enfatizó el vocero del Pacto Histórico.
Aseguró que «son utilizados malintencionadamente para desinformar, crear un ambiente adverso y afectar el buen nombre del equipo de la campaña presidencial, vulnerando nuestros derechos políticos y de los creyentes en nuestra apuesta política», agregó Prada.
Afirmó que las grabaciones realizadas en ámbitos privados, como las ocurrida, con destino a ser publicadas o sin ese propósito, constituyen violación del derecho a la intimidad personal si las mismas no han sido autorizadas directamente por el titular del derecho.
También, es una violación en caso extremo, si no han sido autorizadas expresa y previamente por autoridad judicial competente, acotó.
El resultado de la recolección de la imagen de voz sin la debida autorización del titular implica, sin más, el quebrantamiento de su órbita de privacidad y, por tanto, la vulneración del derecho a la intimidad del sujeto, enfatizó.
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