Integrada por colaboradores y personas de buena voluntad, la iniciativa liderada por Lizette Vila impulsa acciones socioculturales y humanistas, sin fines lucrativos, al tiempo que tiene un amplio catálogo de materiales fílmicos sobre diversas temáticas.
En ese sentido, el Proyecto estimula la producción de obras audiovisuales y talleres enfocados en grupos en situación de vulnerabilidad, como víctimas de violencia, transgéneros, adultos mayores, niños, adolescentes, jóvenes y personas con alguna enfermedad.
Ejemplo de ello es su más reciente entrega: Mujeres de fe, señales de lealtad, que agrupa en siete cortos de alrededor de dos minutos, las opiniones, ideas y aspiraciones de ellas sobre el futuro de Cuba, con la particularidad de que cada una practica una religión diferente.
En esta ocasión, se suman nuevamente, el Centro Félix Varela, la Embajada del Reino de los Países Bajos, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, fieles aliados de la casa. Pionero en el tratamiento de temas relacionados con la salud, el VIH y otros asuntos, el Proyecto recibe hoy el agasajo de cientos de admiradores de su obra, que desde la red social Facebook elogiaron su accionar en las comunidades, la calidad de sus documentales y el compromiso social de sus integrantes.
Desde la propia plataforma digital, la Casa productora evocó las dos décadas de labor, en las cuales se ha mantenido «acompañando las vidas de cubanas y cubanos, intentando poner esperanza concreta, luces perdurables y resiliencia creativa».
El catálogo de audiovisuales de la casa, incluye títulos como Mujeres sobrevivientes a dos pandemias, Mi cuerpo, es mi vida; Ellas… sus cuidados y cuidadoras; Mujeres… los poderes vitales del éxito; Mujeres, la hora dorada, Mujeres… de la basura al bienestar, entre muchos otros.
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