La asociación de comercio Korea Internacional instó este martes a poner fin a la protesta con el argumento de que los pequeños empresarios dedicados a la exportación e importación llevarán la peor parte de una huelga prolongada.
Sin embargo, la víspera varios consorcios industriales revelaron que ya sufren el retraso en las salidas de productos terminados como una de las principales consecuencias de la interrupción de operaciones.
Posco, el regente de la siderúrgica surcoreana; la Asociación de la Industria Petroquímica y empresas cementeras, detuvieron o retrasaron producciones por falta de espacio para almacenar; mientras que Hyundai Motor Co., el mayor fabricante de automóviles del país presenta serias dificultades en cinco de sus centros ubicados en Ulsan.
También se confirmó una considerable disminución de la entradas y salidas de contenedores del Puerto de Busan, el más grande de Surcorea.
Los camioneros se mantienen en huelga en demanda de la extensión de un sistema de tarifas de fletes que garantice sus salarios básicos en medio de la creciente inflación en el país.
De igual modo, denuncian que los altos precios del combustible degradan notablemente sus condiciones de vida y la de su familia.
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