Esta medicina la adquirió la Unión Europea (UE) a través de HERA, la nueva agencia anti-pandemias que creó durante la Covid-19.
Tal adquisición busca ahora repartir las dosis contra la más reciente enfermedad a las naciones de la UE de forma proporcional, en función de la población.
Esta decisión vuelve a poner en ventaja a los países ricos en comparación con los pobres sobre este tipo de enfermedad que los investigadores siguen con detenimiento.
Actualmente, las vacunas de tercera generación compradas por Bruselas solo están autorizadas en la UE para proteger a los adultos contra la viruela.
Pero, según el comunicado publicado por el Ejecutivo comunitario, protegen también contra la viruela del mono al estar ambos virus estrechamente relacionados.
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