La fuerza política en una declaración fechada el pasado día 13 y hecha pública este miércoles puso en dudas la justificación para el golpe de Estado de Damiba del pasado 24 de enero, además de la eficacia de la estrategia y las tácticas aplicadas para dirigir la lucha contra el terrorismo.
Al referirse a una serie de atentados en diversas partes del país de África occidental, el Movimiento se declaró angustiado y consternado.
En particular se refirió al ataque el pasado día 9 contra el campamento de un contingente militar en Seytenga (noroeste), y dos días después, en la noche del 11 para el 12, masacraron a la población civil en el lugar, con saldo de 79 muertos.
Sin embargo, varias fuentes locales hablan de más de 150 civiles ejecutados sistemáticamente solo durante esa noche, comentó en el texto.
Seytenga se encuentra a 40 kilómetros de la ciudad de Dori, capital de la región del Sahel, que alberga un campamento militar, la última presencia fuerte del Estado antes de la frontera con Níger.
«Como todos los burkinabeses nos preguntamos cómo es posible que en una zona tan estratégica los terroristas puedan cometer alegremente semejante barbarie durante varias horas sin preocuparse», expresó en el comunicado.
Lamentó que una posible falta de unidad entre los componentes militares y civiles provoquen la caída una tras otra de localidades urbanas y rurales en manos de grupos extremistas.
El Movimiento llamó urgentemente a la movilización de todos sus militantes y de todos los patriotas para ganar la guerra contra el terrorismo y tener éxito en el reto de volver al orden constitucional lo antes posible, subrayó en el documento firmado por el líder del partido, Alassane Bala Sakande.
Burkina Faso vive un incremento de la violencia desde que en 2015 proliferan -sobre todo en zonas del norte y centro del país- grupos extremistas armados vinculados a al Qaeda.
Fuentes oficiales dan cuenta de cientos de muertos y más de 1,9 millones de desplazados internos por causa del flagelo.
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