Según el monitoreo de 620 mil conversaciones en las redes sociales israelíes ese año, los ataques verbales contra los palestinos crecieron ocho por ciento interanual, precisó la Organización no Gubernamental.
En un informe titulado “Discurso de odio y apartheid en los territorios palestinos ocupados” el grupo afirmó que esa estrategia tiene sus raíces en el currículo educativo israelí, con un marcado carácter racista, y en los medios de comunicación, responsables de inculcar ese resentimiento desde la infancia.
Al respecto, destacó que en los libros de texto israelíes no aparece Palestina en los mapas ni hay aspectos positivos sobre la cultura y la vida de sus habitantes.
El texto señaló que la política expansionista de Tel Aviv en tierras palestinas también propició esa situación.
Allí los palestinos son objeto de muchas formas de delitos de odio por parte de los colonos como palizas, agresiones, asesinatos, disparos, lanzamiento de piedras, atropellos de auto, ataques a la infraestructura, matanza de ganado, entre otros, recordó.
La mayoría de los habitantes de los asentamientos son judíos extremistas que juegan un papel en provocar e inflamar los sentimientos de los palestinos con discursos radicales e incitación a la violencia contra ellos, precisó.
Señaló que en los últimos años hay un creciente rechazo internacional a los crímenes de Israel.
Como resultado de las herramientas de control utilizadas por ese país en los territorios ocupados de 1967, existe una realidad política y geográfica basada en la segregación étnica y jerárquica en paralelo con la judaización en curso, alertó.
El reporte estimó que Israel no puede ser considerado un país democrático porque admite la segregación racial y la discriminación en la ley.
Al contrario, subrayó, ese país impulsa una limpieza étnica mientras niega de forma deliberada los derechos históricos del pueblo palestino sobre sus tierras y propiedades.
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