Los analistas sostienen ese criterio en el crítico panorama que se aprecia sobre todo en Europa en materia de crudo y gas, debido al conflicto de Ucrania y a las presiones occidentales contra Rusia.
El precio del carburante subió nuevamente el viernes, apoyado por la escasez de oferta y nuevas sanciones contra Irán.
Pero los valores se encaminaban a un descenso en medio de las alzas de tasas de interés de los principales bancos centrales, que alimentan las preocupaciones sobre una fuerte desaceleración económica.
Por ejemplo, el Brent aumentó 55 centavos, 0,47 por ciento, a 120,42 dólares el barril, y el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) ganó 41 centavos, 0,35 por ciento, a 118 dólares.
La influencia del entorno macroeconómico empezó esta semana a tomar el relevo de los fundamentos específicos del petróleo en los últimos días, dijo Callum Macpherson, de Investec.
Sin embargo, las sanciones impuestas por Estados Unidos a empresas chinas y de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y a una red de firmas iraníes daban apoyo a los precios del crudo.
Por su parte, en los últimos meses se recortó el diferencial de los precios denominados Limpio-oscuro y Limpio-chispa en cuanto al gas.
Este producto y sus problemas, favorece en gran medida el uso del carbón en las centrales eléctricas, cuando el reciente aumento de los precios del gas amenaza con ampliar de nuevo el diferencial mencionado.
El costo de ese producto volvió a dispararse, pues los flujos proveniente de Rusia y hacia Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 se recortaron aún más, y Moscú advirtió que retrasos en las reparaciones podrían llevarle a suspender todos los envíos.
Aunque el mercado mundial del carbón también está muy ajustado (provoca aumento de precios), se espera que esta fuente energética sea la más barata el próximo año, lo cual indica que su utilización seguirá siendo alta, comentó el analista de Rystad Energy, Fabian Ronnigen.
La Unión Europea prohibirá las importaciones de carbón ruso a mediados de agosto, lo que supondrá una mayor presión sobre el suministro y obligará a los consumidores a buscar en otros lugares, tensando aún más el mercado.
En ese sentido, la Comisión Europea calcula que las compras de carbón a Rusia ascienden a unos ocho mil millones de euros al año.
Los datos de Rystad Energy también muestran que la energía de carbón podría seguir siendo la fuente de combustible más competitiva hasta 2025.
El indicador del diferencial entre el gas y el carbón disminuyó brecha con los precios de emisiones (EUA) de forma significativa últimamente.
Sin embargo, tal indicador sigue más del 50 por ciento por encima de los permisos de carbono, según el analista del ICIS Florian Rothenberg.
En otro orden, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, tiene previsto reunirse con los ejecutivos de las refinerías el 23 de junio, en momentos en que las tensiones entre la Casa Blanca y la industria petrolera aumentan por la subida de los precios.
Por lo tanto, el sector energético global presenta un panorama bien volátil y sin perspectiva de lograr en breve el equilibrio necesario.
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