El Boeing 747-300 arribó a esta nación el 6 de este mes con 19 tripulantes (14 venezolanos y cinco iraníes) y una carga consistente en piezas para compañías del sector automotor.
La aeronave intentó continuar viaje hacia Uruguay, pero fue denegado su ingreso a ese país y debió regresar al aeropuerto internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.
En declaraciones a Radio 10, Fernández aseguró que no fueron detectadas irregularidades vinculadas a los tripulantes y explicó que las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela impiden que otras empresas entreguen combustible al avión.
Es un tema que hay que resolver, pero la oposición quiso mostrar algo que no es. Trató de aprovechar el momento y usar hechos muy dolorosos como el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (1994).
Llegaron a hablar de terrorismo e intentaron señalar supuestos movimientos oscuros por parte del Gobierno, indicó el gobernante.
Recientemente, el presidente de la Agencia Federal de Inteligencia de Argentina, Agustín Rossi, pidió a Juntos por el Cambio tratar el tema con seriedad y detener los intentos de generar pánico en la población.
No existen pedidos de captura ni alertas rojas sobre los tripulantes y en las inspecciones realizadas no se encontraron irregularidades.
La situación vivida en los últimos días responde a una decisión política de Estados Unidos y a sus acciones contra las compañías venezolanas, señaló.
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