Al cierre de este martes, el crudo West Texas Intermediate (WTI), que cotiza en la bolsa de Nueva York, subió 1,09 dólares, o un 1 por ciento, y registró un precio de 110,65 dólares. Mientras, el contrato más activo del WTI para agosto avanzaba 1,53 dólares a 109,52 dólares.
Por su parte, el petróleo Brent, referente en los mercados europeos, reportó una subida de 52 centavos, o un 0,5 por ciento, hasta marcar un precio final de 114,65 dólares el barril.
Los datos contrarrestan las pérdidas semanales registradas el último viernes para ambas denominaciones: para el WTI fue la primera en ocho y para el Brent la primera en cinco.
Según expertos, pese a la preocupación por el crecimiento económico en Estados Unidos, los últimos datos sobre actividad de los vuelos y movilidad en las carreteras nacionales apuntan a una sólida demanda de petróleo.
La reapertura de China, los viajes de verano en el hemisferio norte y el clima cada vez más cálido en Oriente Medio parecen influir en esa percepción, lo que deriva en un aumento de los precios.
En paralelo, las preocupaciones derivadas de las sanciones impuestas por Europa a los envíos del recurso energético desde Rusia influyen en las previsiones sobre la oferta y el comportamiento de los mercados.
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