Al intervenir en la Cámara de Representantes, el ministro de Finanzas, Mohamed Maait, aseguró que sin esas dos crisis el país hubiera ahorrado siete mil 500 millones de dólares.
Citado por el diario Al Ahram, el funcionario detalló que muchos sectores, en particular el turismo y la aviación civil, se vieron muy afectados.
El Gobierno hace todo lo posible para contener el impacto negativo de ambas crisis y asegurarse de que todos los productos alimenticios y combustibles estén disponibles en el mercado, subrayó.
Ante los llamados de varios parlamentarios a racionalizar el gasto, el ministro afirmó que “eso suena muy bien, pero podría afectar negativamente a sectores como la salud, la educación y los salarios”.
También prometió reducir los costos del servicio de la deuda nacional, aunque aseguró que la mayoría de los préstamos fueron adquiridos para implementar proyectos productivos.
Con 103 millones de habitantes, Egipto es el principal importador de trigo en el mundo, y su mayor parte provenía de Ucrania y Rusia.
El conflicto bélico causó preocupación en este país norafricano, gran consumidor de pan y otros productos similares.
Sin embargo, el Gobierno aseguró en varias ocasiones que las reservas de ese cereal, las nuevas compras en el exterior y la actual temporada de recogida en los campos permitirán mantener el mercado nacional hasta finales de 2022.
En una reciente conferencia de prensa, el primer ministro Mostafa Madbouly afirmó que este año se cosecharán 10 millones de toneladas de ese cereal, una cifra sin precedente en este país.
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