Al intervenir en el Consejo de Seguridad, el alto representante de Naciones Unidas apuntó que una estrategia de compromiso y diálogo continuos resulta el único camino a seguir por el bien del pueblo afgano y de la seguridad regional e internacional.
Sobre el reciente terremoto registrado en ese país, Alakbarov confirmó que se reportan casi 800 muertes y más de cuatro mil personas heridas.
Esta compleja situación se suma a los desafíos humanitarios, económicos y de derechos humanos que enfrenta el país, recalcó.
Además, continuó, la situación de los derechos humanos se mantiene precaria y las autoridades de facto restringen cada vez más el ejercicio de garantías básicas como la libertad de reunión pacífica, de opinión y expresión.
Las limitaciones ahora se dirigen especialmente a mujeres y niñas, como la prohibición de la educación secundaria y el decreto que les ordena cubrirse la cara, detalló.
Alakbarov hizo hincapié en la necesidad de priorizar el desarrollo de las áreas rurales, centrándose en los sistemas agrícolas y alimentarios para prevenir el hambre.
Según indicó, esto allanará el camino para que la agricultura de sustitución reemplace el cultivo de amapola.
El próximo mes, la ONU buscará promover la consulta política y la inclusión, en tanto mantiene su compromiso con las autoridades de facto con el fin de dar pasos que puedan mejorar la vida de los afganos.
Antes de comenzar la reunión en el Consejo de Seguridad, los embajadores se pusieron de pie y observaron un minuto de silencio por las víctimas del reciente sismo en Afganistán.
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