La decisión de paralizar todas las labores fue decidida por el Sindicato de Maestros luego de tres días de protestas parciales durante dos horas en la mañana y la negativa del Ministerio de Finanzas a aceptar las demandas.
Esa cartera afirmó que solo aumentará los sueldos como parte de un paquete de reformas al sistema educativo en general, propuesta rechazada por el gremio.
La titular de Educación, Yifat Shasha-Biton, respaldó ayer a los docentes y llamó al diálogo.
Entiendo la frustración de los maestros, la huelga pude evitarse si las autoridades de Finanzas hubieran estado dispuestas a conversar, aseguró la funcionaria.
Durante una entrevista, Shasha-Biton alertó que el sistema educativo israelí está al borde del abismo.
Medios de prensa calculan que 1,5 millones de niños fueron afectados por la protesta.
Junto a una mejor remuneración, en el centro de la disputa se encuentran las reformas planificadas por el Ministerio de Finanzas que permitiría a los directores de los planteles despedir al personal sin la intervención del gremio.
Hemos negociado con los representantes de esa cartera durante seis meses, pero aún no recibimos ni una oferta concreta, afirmó el martes la jefa del sindicato, Yaffa Ben David, en una carta a los docentes.
“Seguiremos luchando por nuestros derechos y por subir los salarios de todos ustedes”, afirmó. El mes pasado, Ben David advirtió que la erosión gradual de los sueldos del sector puso en riesgo de colapso a todo el sistema educativo nacional.
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