La decisión cumple con un habeas corpus presentado por la defensa del exfuncionario. Anteriormente, el magistrado de turno Morais da Rocha rechazó la misma solicitud, al alegar que no se presentaron los documentos que evidenciaban acción ilegal en la prisión.
Ribeiro fue detenido ayer por la Policía Federal que cumplía una orden del juez Renato Borelli, dentro del marco de un proceso que investiga también a los pastores Gilmar Santos y Arilton Moura, quienes actuaron informalmente con alcaldes para obtener fondos del ministerio.
Un informe del periódico Folha de Sao Paulo dio a conocer el 21 de marzo un audio en el que Ribeiro dijo favorecer un pedido del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro y de ayuntamientos de municipios vinculados a dos clérigos amigos del gobierno.
Ante los hechos, el Partido de los Trabajadores (PT) pidió al Supremo Tribunal Federal que investigue a Bolsonaro. En un documento firmado por el diputado Reginaldo Lopes, la organización política advirtió que la vinculación del exmilitar con «el grupo criminal antecede a la posesión del exministro de Educación».
Según Lopes, los religiosos y «otros ya mantenían una frecuencia de encuentros con la primera dama Michelle Bolsonaro y visitaban con regularidad el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo), de modo que la organización delictiva estaba siendo estructurada y en funcionamiento desde hace bastante tiempo».
De acuerdo con el texto presentado por el PT, la administración de los recursos públicos del Ministerio de Educación «debería atender de manera impersonal a toda la sociedad brasileña y priorizar el combate a las demasiadas carencias educativas existentes en el país».
Sin embargo, prosigue, venía «siendo aparejada para servir a intereses políticos y privados» de Bolsonaro «en su proyecto de reelección y de aquellos que se vinculaban, por intereses religiosos y otros, aunque en un Estado laico, con el entonces ministro de Educación Milton Ribeiro», también pastor de una iglesia presbiteriana.
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