En la segunda jornada, el jefe en funciones del gobierno intercambiará en la sede de la unicameral legislatura con los diputados independientes, los bloques Fuerte Líbano y Armenio y con el Consejo Económico y Social.
La víspera, Miqati se reunió con el presidente del órgano legislativo, Nabih Berri, y el vicepresidente de la institución, Elias Bou Saab, antes de recibir por separado a bloques y representantes.
Al abrir las consultas, Bou Saab convocó a integrar en un tiempo rápido el nuevo Consejo de Ministros para completar los expedientes relacionados con el Fondo Monetario Internacional y seguir el ritmo del proceso de demarcación de las fronteras marítimas.
El parlamentario Bou Saab solicitó, además, trabajar para restablecer las relaciones normales con todos los países árabes, el Consejo de Cooperación del Golfo y la comunidad internacional.
A la cabeza del bloque de Desarrollo y Liberación, Ali Hassan Khalil abogó en la reunión con Miqati por la protección del dinero de los depositantes y la aprobación de leyes como las de control de capitales y de secreto bancario.
Recalcó la importancia de resolver el tema de la adjudicación de energía eléctrica, autorizar la construcción de plantas, organizar el sector y asegurar su equilibrio financiero.
Por su parte, el líder de la agrupación Lealtad a la Resistencia, el diputado Muhammad Raad reconoció la determinación por parte de Miqati de acelerar la formación del gobierno en el camino de solucionar el colapso económico.
Raad recalcó que la actual etapa requiere de la participación y cooperación de todos los libaneses para atender los problemas urgentes y rechazó cualquier intento de boicotear el proceso.
A la fecha inicial de consultas también acudieron los miembros de la agrupación Islámica y del Cambio, así como los bloques Nacional Independiente, Confrontación del Norte, Reunión Democrática y Moderación Nacional y los parlamentarios de Kataeb.
Este proceso de consultas da continuidad al cronograma electoral iniciado el 15 de mayo anterior con los comicios legislativos y constituyen la antesala a la disputa por la carrera presidencial, prevista para fines de año. De acuerdo con el pacto nacional para la independencia de Francia en 1943, el Estado libanés estableció que el presidente de la República debe ser cristiano maronita, el primer ministro musulmán sunita y el titular del parlamento chiita, y así sucesivamente con los otros cargos.
La llamada nación de los cedros enfrenta la peor crisis de su época moderna que arrastra a cuatro de cada cinco libaneses a la pobreza, según reportes de Naciones Unidas.
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