La tragedia ocurrió el lunes pasado a la altura de la ciudad de Kafountine y según pesquisas el siniestro comenzó por el descuido de un fumador en el área que almacenaba combustible suficiente para llegar a costas europeas, meta de inmigrantes africanos y de otras zonas del mundo.
Los guardacostas senegaleses rescataron de las aguas del océano Atlántico a más de 90 personas, muchas de las cuales fueron transportadas a hospitales para atender las quemaduras sufridas en la catástrofe.
De su lado, las autoridades anunciaron una investigación para conocer la identidad de los organizadores del viaje, uno de los tantos del lucrativo negocio de tráfico de personas que parten desde varios países africanos, muchos de los cuales terminan en la muerte de los viajeros.
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