“La estructura vertebral de las sanciones económicas sigue intacta, constituye el principal obstáculo para el desarrollo de la isla, dificulta la vida de todos los cubanos e inflige un sufrimiento arbitrario”, advirtió en diálogo con Prensa Latina el profesor universitario y ensayista.
De acuerdo con el estudioso de las relaciones entre Washington y La Habana, pese a las medidas positivas informadas en mayo por la actual administración en la Casa Blanca, la política del presidente Joe Biden hacia la nación antillana es, en el mejor de los casos, decepcionante.
Durante su campaña electoral prometió levantar las medidas draconianas impuestas por Donald Trump –no menos de 240– y no ha respetado su palabra, dijo Lamrani.
Este recordó que Estados Unidos reanudó los vuelos a las provincias cubanas, levantó restricciones sobre las remesas y anunció algunas posibilidades de viaje de estadounidenses al vecino país.
Además de subrayar que esas decisiones no cambian el bloqueo económico, comercial y financiero aplicado desde hace más de 60 años y recrudecido por Trump, el académico francés instó a Biden a escuchar la voz de la comunidad internacional y a poner fin a esa política.
Como presidente, tiene todas las prerrogativas necesarias para levantar el 90 por ciento de las sanciones, que son anacrónicas, crueles e ilegales, precisó.
Lamrani también criticó la decisión de Washington de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la IX Cumbre de las Américas, celebrada este mes en Los Ángeles, postura que calificó de arbitraria y violatoria de las normas que rigen el funcionamiento de esta institución.
Fue también contraproducente, ya que los diferendos se resuelven en la mesa de negociaciones mediante el diálogo, el respeto mutuo, la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos internos, opinó.
Para Lamrani, Estados Unidos mostró igualmente insensatez política, por la reprobación general que provocó en el continente su posición unilateral.
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