Isaac Vargas, de Vigilancia de la Salud, indicó que esa cantidad es superior a las registradas en los últimos cinco años, pues en 2018 reportaron 109 casos, en 2019 (140), en 2020 (138) y en 2021 (228) pacientes con esa enfermedad, causada por un parásito Plasmodium, transmitido por la picadura del mosquito hembra de la especie Anopheles.
Sus síntomas -mencionó- son escalofríos, dolor abdominal, fatiga, fiebre, diarrea, náuseas y vómito, dolor de cabeza, respiración rápida, frecuencia cardíaca acelerada, tos y dolor muscular.
Vargas resaltó la importancia de acudir al médico en caso de presentar esos síntomas, en especial si las personas viven o han viajado a alguna zona donde exista alto riesgo de esta enfermedad.
La malaria, recordó, está presente en Costa Rica con características de endemia desde el siglo XVIII, restableciéndose la transmisión en amplias regiones de la Vertiente Caribe y dispersándose a otras áreas del país.
Precisó que las tres regiones que presentan casos a nivel nacional son las regiones Huetar Norte con 226 casos, Huetar Caribe (22) y Pacífico Central (8).
Vargas señaló que el Ministerio de Salud y la CCSS -encargada de la salud pública en Costa Rica- realizan constantes labores de barrido de visita casa por casa para detectar personas con síntomas, tomar muestras de sangre, suministrar medicamentos a personas sospechosas, entrega de toldos y fumigación de áreas cercanas al domicilio.
Sin embargo, el funcionario llamó a la población a que también tomen medidas como utilizar repelente, colocar mosquiteros y cubrirse la piel.
El país continúa realizando labores para lograr la eliminación de la malaria para 2025, lo cual alcanzará una vez hayan transcurrido tres años seguidos sin detección de casos autóctonos, concluyó Vargas.
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