Durante la sesión plenaria de la segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Lisboa, Portugal, Momen señaló que para eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, el gobierno de Bangladesh declaró una región equivalente al 8,8 por ciento de su Zona Económica Exclusiva como áreas marinas protegidas e implementadas en su Plan Nacional de Acción, indicó el portal Samakal.
El secretario de la Unidad de Asuntos Marítimos del Ministerio de Asuntos Exteriores, contralmirante (retirado) Khurshed Alam, y el embajador de Bangladesh en Portugal, Tarik Ahsan, y otros funcionarios acompañaron al ministro de Asuntos Exteriores en el encuentro internacional.
En su intervención, Momen dijo que Bangladesh resolvió las cuestiones relativas a las fronteras marítimas con sus dos vecinos y está preparado para utilizar los recursos en colaboración.
También, el titular de Exteriores atribuyó importancia a la ciencia marina para erradicar la pobreza, contribuir a la seguridad alimentaria, conservar el medio ambiente y los recursos marinos del mundo, ayudar a predecir y responder a los acontecimientos naturales y antropogénicos y promover el desarrollo sostenible de los océanos y los mares.
Agregó que el gobierno enmendó la Ley de Reciclaje de Buques de Bangladesh de 2018 y estableció como objetivo el cumplimiento del Convenio de Hong Kong para 2023.
Bangladesh anunció nuevas acciones destinadas a garantizar el reciclaje seguro de buques para 2023 y es el primero entre los países en desarrollo en tomar la iniciativa de prohibir la fabricación de bolsas de plástico de un solo uso, acotó.
Al destacar la importancia del desarrollo de capacidades y de la distribución equitativa del conocimiento científico, consideró que las disparidades en la capacidad científica en términos de recursos financieros, tecnológicos y humanos entre los países desarrollados y en desarrollo deben ser abordadas para la gestión sostenible del océano.
Afirmó además Momen que Bangladesh está dispuesto a cooperar de acuerdo con sus capacidades para comprometerse activamente con los países desarrollados dispuestos a transferir la ciencia y la tecnología marinas en términos y condiciones justos y razonables, según las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
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